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# ‘UN PASEO POR EL MAS’ Carta a los pacientes de Covid-19.

Carta a alguien muy especial, Tú. Un Paseo por el Mas...


No nos conocemos, pero estoy segura de que eres especial, porque que seas como seas no puede haber nadie más como tú, créeme te lo digo yo que tengo una gemela, y aún todas las semejanzas que podamos tener… Somos únicas, así que tú también lo eres. Te lo quiero recordar, porque en algunos momentos estas cosas se olvidan y ahora quizás sea uno de esos momentos. 


Antes de que sigas leyendo… Quiero que me acompañes a mi lado, mientras yo te escribo y mientras tú me lees. Soy zurda como mi abuelo, así que quizás mejor que te sientes a mi derecha. Ahora soy tus ojos, tu oído y tu tacto, seguro que alguno de nuestros animales te quiere lamer (es su manera de abrazar). ¡Así que prepárate para salir un rato de las paredes del hospital y acompáñame, ¡te irá bien tomar el sol y dar un pequeño paseo! 


Pues sí, hace un día espléndido hoy, de esos de coger cuatro cosas e ir de excursión. Después de la tormenta siempre acaba saliendo el sol… ¿No crees? Yo lo creo firmemente, soy de las que piensa que hay cosas que pasan por algo positivo, extraordinario. De hecho, lo llevo tatuado ehfar «todo pasa por una razón” en inglés. Así que, después de estos últimos días de lluvia… que salga el sol, ¡seguro que significa que temprano tú también saldrás a disfrutarlo en tu propia piel! Seguimos… Que me desvío del camino… ¡Si soy de esas personas que para decir algo, pasan por todas las letras del abecedario! A veces puede ser irritante, lo entiendo. 


Como te decía hace un día de esos que el sol calienta, ese calor que tanto necesitamos y seguro necesitas ahora, ¿lo puedes sentir? Apetece quedarse en manga corta y eso que aún no he abierto la puerta, pero los rayos entran por el gran ventanal invadiendo el comedor. 


¡Ahora sí, salimos! Timmy maúlla, te saluda. Está todo verde … ¿Lo ves? Las hojas de los árboles se mueven un poco por la brisa que corre, ¿lo notas? Lo puedo sentir. Qué alegría tanta tranquilidad… Sólo escucho los pájaros y las gallinas, deben estar impacientes por comer. Fox y Aslan intentan chuparte, siempre va bien una dosis de abrazos perrunos, a menudo pienso que saben lo que estoy pensando, ¿te ha pasado alguna vez con algún animal? 


Lo de la derecha es la ermita de Santa María, fue reconstruida hace unos años de los restos que quedaban. No sabemos qué año data, pero seguro que es muy antigua, para mí eso la hace más misteriosa e interesante. 


Lo que ves delante, son las cuadras, Chiqui, Atena y Persha nos llaman, ellos también quieren comer. Fuera están el resto de los caballos. ¿Sabes, nunca me hubiera imaginado terminar viviendo en una casa rural, es fantástico, pero hubieras tú imaginado que estuviéramos haciendo este paseo? 


¿Las flores están preciosas… Ves aquellas de la flor naranja? Es caléndula, a veces cojo y hacemos infusiones, yo no lo sabía, pero tiene muchas propiedades medicinales. El camino de allí al fondo es uno de muchos caminos que llevan al bosque. ¡Si te gusta coger espárragos te lo recomiendo, cuando es temporada está lleno! 


Llegamos al lugar más especial del Mas, la Encina, considerada árbol sagrado, como símbolo de fuerza, solidez y longevidad, ésta en concreto especial por mucho más. Ya ves la sombra que hace su tamaño … Grande o pequeña, es única también, como tú. Ya hemos llegado a la entrada y fin de este agradable paseo, espero que te haya ido bien tomar el sol. 




¿Conoces la historia ‘la última hoja’ de Jorge Bucay? Resumidamente trata de una niña, Marie, que enferma de Tuberculosis y centra su energía y fuerzas para curarse en las hojas de una enrededadera que ve desde la cama, por la ventana.


Aún es invierno, a pocas semanas de la primerava. Todas las hojas empiezan a caer, menos una que aguanta hasta que llega la pimavera, nueve, lluvia y viento. Marie centra sus energías en esta última hoja que le acompaña en su recuperación.


Lo que ella no sabe es que esta última hoja que la había pintado en la pared el pintor que vivía en el edificio de enfrente. No estamos solos, no estás solo/a. ¿No crees?


Pues ahora, centra tus energías en tu hoja. Y mientras deja que los pintores y pintoras de tu historia, los/as profesionales sanitarios y otras personas, te ayuden en tu recuperación. Y por si nunca más quieres acompañarme a otro paseo, te espero a la salida del hospital, seguro que te irá bien tomar de nuevo el sol, estoy segura que será antes de lo que crees.


Y como dice Joan Dausà…. «Y ahora el corazón me dice que todo irá bien». 


Con cariño, Una antropóloga masovera.